Consulta Ánodos de magnesio mantenimiento

El manual del Termo Duo7 es el mismo para el Duo5, y va especificando alguna que otra diferencia en el manual, el Duo5 si que necesita revisión del Ánodo, pero el Duo7 no. Quizá de ahí venga el malentendido.
Según el Manual, el equipo tiene una Función Antical la cual una vez detecta presencia de Cal, dicha función se activa bajando la temperatura a 60 grados si estuviera mas alta y es indicado en el Panel con un Código y tiempo restante para finalizar la función.
El Anodo de Mg, me parece que está para situaciones esporádicas, extremas, de apoyo... no se pero que según entiendo no debería gastarse en condiciones normales, digamos que es como un seguro ante fallo del otro ánodo... así lo he entendido...

El calderín de acero vitrificado dispone tamibién de una función que impide la corrosión creando una diferencia de potencial entre el deposito y el electrodo de titanio, pero el Termo no debe apagarse nunca y quedar en posición On obviamente, (osea en caso de largos periodos sin uso, se recomienda vaciarlo..).

La tarifa que me han dado incluye transporte, ya que el SAT está a escasos 500 metros de mi vivienda.
Efectivamente en caso de detectar Cal, el sistema dará un error y se activará la función antical, yo de momento en 3 años no he visto nada.
Lo de subir la Temperatura hasta 80 grados, evidentemente puede acortar la vida, (eso lo puedo suponer... pero es que el termo es para calentar agua, supongo que usar un coche a plena carga de ocupantes durante toda su vida, acortará también la vida de los asientos, manillas, suspensiones,...cuanto más se use pues más corta será su vida útil, pero eso es como el que pone 2 lavadoras al día, pues le durará la maquina la mitad de tiempo que el la usa una vez solo.... digo yo.
No he tenido experiecias con el SAT más allá de esta llamada, y espero no tenerla...jajaj

Lo de la insuficiencia de dureza al SAT se me ha escapado preguntarle, según el Manual esta 1 grado por debajo de lo permitido ....entiendo y quiero creer que existen los llamados margenes de seguridad, no creo que un grado en la dureza pueda ser catastrófico, tampoco tengo muy claro si estoy midiendo parámetros iguales, Dureza total o dureza de carbonatos solamente....
El análisis de la empresa de abasteciemiento deja mucho que desear, lo cuelgo aquí el de hoy.

He intentado calcular el indice de Langelier, pero veo que hay también correcciones y demás... He usado esta web extrapolando los algunos datos que no tengo como el Ca y HCO3 y me arroja un valor del Indice de -1,9 lo cual es muy corrosivo... Osea no debo preocuparme por la acumulación de Cal, sino por la Corrosión, que precisamente es lo que está cubierto...

https://www.lenntech.es/calculadoras/langelier/langelier.htm

No se si darle credibilidad a ese valor de -1,9 la verdad, aquí en Málaga Capital, no tengo constancia que sea un agua excesivamente corrosiva....

Tampoco sé la homogeneidad del suministro, si en épocas pueden tirar de depuradora mezclada con desaladora, epoca de lluvias, sequías, no sé.Ver el archivos adjunto 3379

Mediante copia-pega te adjunto varias comunicaciones en la página web de Cointra para que veas como se las gastan. Espero que los de Fleck sean mas serios.

"En octubre 2011 compré un termo COINTRA TND 100, que me recomendaron, con garantía para el calderín de 5 años. A los 3 años perdía agua por abajo y el servicio técnico, previo pago de 34 €, constató un posible poro en cuba, gestionando la sustitución de la misma; cosa que hicieron en marzo de 2015, previo pago, de otros 80 €. Ahora me encuentro que el termo vuelve de perder por abajo.Participada la incidencia al Servicio Técnico, me dicen que y ano tiene ninguna garantía. Me parece una tomadura de pelo que un aparato de esta calidad, como vdes. publicitan, consuma dos cubas en poco mas de 5 años, máxime despues de gastarme mas de 120 €. en la reposición de la segunda. y desde luego, no es por el agua, porque el anterior termo, de otra marca, me duró mas de 16 años.
ME GUSTARIA QUE ME DIERAN UNA EXPLICACION y no precisamente remitiéndome al servicio técnico. Y que me argumenten la absoluta confianza que dicen tener en sus aparatos, si es qu.e pueden" Santiago 27-VII-17

"Santiago, necesitamos conocer más datos para darle una respuesta, le vamos a pasar un correo a la dirección de email que nos indica solicitándoselos. Un saludo"
 
Buenas. Me gustaría saber si los que tenéis termo eléctrico le hacéis mantenimiento en cuanto a la sustitución del ánodo. Aquí en Murcia, zona de aguas muy duras, la cal es un gran inconveniente y a pesar de tener descalcificador en la comunidad los termos mueren a los cinco-seis años. Un técnico me dijo que cambiar el ánodo no salía a cuenta, porque el coste es de 40-50 euros y un termo nuevo sale por unos 120-150 euros. He leído que existen termos con el ánodo de titanio y que estos no presentan ese problema de la cal. Lo digo porque el mío tiene 3 años y me estoy planteando lo del cambio del ánodo o dejarlo morir.

El mantenimiento no se reduce a cambiar el ánodo de sacrificio, también incluye una limpieza intensiva, pero cuidadosa, del conjunto resistencia-termostato-ánodo, del fondo, revisión de la válvula de seguridad, ...

En la web he encontrado un ejemplo extremo de un termo sin mantener durante un lapso de 3 años seguidos de funcionamiento ininterrumpido (según bricolatge-20). Nótese el color blanco del lado derecho que creo que procede de la deseada corrosión del ánodo (que al permanecer adherido al mismo impide su óptimo funcionamiento). El resto parece una mezcla de incrustaciones "calcáreas" con óxidos de hierro (signo inequívoco de corrosión del acero probablemente del calderin y de la armadura del citado ánodo).

¿Os extraña que los termos sin mantener duren tan poco?
¿No os da asco tener algo así dentro del termo? u "ojos que no ven, ...."

termo%2Bcal%2B2.jpg
 
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Después de 3 años de la instalación de nuestro termo con Bomba de Calor Ariston NUOS EVO de 80 litros, decidí realizar el primer mantenimiento consistente cambiar el ánodo de Magnesio y eliminar tanto las incrustaciones sobre la resistencia y elementos vecinos, como los lodos sedimentados en el fondo.

Se aprovechó la ocasión para montar 2 llaves de paso (para aislar el circuito de agua caliente del resto de la instalación) e instalar un dosificador de fosfatos por efecto Venturi (de la misma familia del aprobado “cum laude” recientemente en la OCU).

Su uso durante estos tres años no se puede calificar como intensivo:

-- ni en el total de agua calentada: menos de 50 m3 en todo este tiempo,

-- ni en el uso de temperaturas de consigna extremas: habitualmente entre 42ºC -verano- y 50ºC -invierno- (exceptuando 36 veces en los que el programa anti-legionella ha entrado en funcionamiento -a 65ºC).

-- ni en agua demasiado dura: Barcelona ciudad de la zona de influencia del Llobregat con una dureza de partida de unos 20ºF (parcialmente descalcificada hasta unos 15ºF).

-- Además, durante el primer año el agua fue tratada con fosfatos mediante un dosificador automático por efecto Venturi (parecido al que voy a instalar, pero muchísimo mas caro tanto de compra, como de mantenimiento).

El desmontaje ha sido relativamente sencillo, bastando:

1º.- Cerrar la llave general del agua,

2º.- Desconectar físicamente el termo de la corriente,

3º.- Abrir un grifo de agua caliente para dar salida al agua de la parte superior del termo.

4º.- Desconectar el latiguillo conectado a la salida de agua caliente con el fin de que sea posible vaciar completamente el termo de agua (el aire entrará por esta salida).

5º.- Vaciar exhaustivamente los 80 litros de agua contenidos en el termo, a través de la válvula de seguridad (esto ha llevado bastante mas tiempo de lo previsto ya que el tubo tiene poca sección). Al activar la válvula de de seguridad, estamos también haciéndole un chequeo.

6º.- Quitar el embellecedor de plástico negro situado en su parte inferior (4 tornillos) con lo que han quedado a la vista todos conectores y sus correspondientes cables instalados al “tapón” de acceso.

7º.- Identificar todos los conectores y desconectarlos,

8º.- Con una llave de tubo, desenroscar y extraer las 5 tuercas (del “12”).

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9º.- Finalmente se extrajo el “tapón” (portavainas) con lo que, quedaron a la vista todos los elementos internos acoplados al mismo.

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10º.- Depositamos el conjunto en un barreño.

11º.- El agujero que queda después de desmontar lo anterior tiene un diámetro muy reducido. Finalmente, un familiar con una mano particularmente pequeña es capaz de introducir la mano hasta la muñeca para arrastrar someramente la mayor parte de las escasas incrustaciones desprendidas y el lodo allí depositado. Como está instalado en un armario relativamente angosto situado en una zona “de secano”, en este caso concreto, no es aconsejable darle un manguerazo.

12º.- Observamos que el ánodo de Magnesio ha desaparecido totalmente, quedando de él únicamente su alma de acero “monda y lironda” ==> Tardar 3 años en realizar el primer mantenimiento ha sido una clara imprudencia, suerte que este aparato lleva un ánodo suplementario de tipo electrónico ==> próxima revisión del ánodo y vecindad anual. Por el lado positivo, la total desaparición del magnesio metal yambién significa que el contacto eléctrico entre el ánodo y la pared de la cubeta era bueno.

En cuanto a las incrustaciones desprendidas es patente que la cantidad formada es muy inferior a la de otro termo cuya foto (según bricolatge-20) se puede ver en una comunicación anterior de este mismo asunto durante idéntico lapso temporal). Probablemente la monstruosa diferencia cuantitiva del otro termo sea debida a una mayor dureza del agua de partida, a que ésta no se ha tratado de ninguna forma y a un uso mas intensivo (en cantidad de agua y en temperaturas de consigna).

Por otro lado, las incrustaciones son de color muy claro lo que indica un contenido muy bajo de corrosión férrea incluso en el alma desnuda del ánodo de sacrificio.

Finalmente, se distinguen una o dos partes sólidas de tamaño claramente mas grande que las citadas incrustaciones, que atribuyo a trozos del ánodo sin oxidar. Una vez desprendidos, pueden seguir oxidándose pero su efecto protector sobre el calderín es nulo.

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13º.- Con la parte no cortante de un cuchillo de mesa, un cepillo de dientes viejo y vinagre de limpieza procedemos a librar de incrustaciones todos estos elementos que han quedado accesibles y a la vista. Asi queda el conjunto después de la limpieza. Nótese que el ánodo ha desaparecido totalmente.

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14º.- Montamos el nuevo ánodo de Magnesio que, por cierto, es sensiblemente mas corto que el original (a pesar de haber sido comprado en la Tienda Oficial de Repuestos de la Marca)

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15º.- Aprovechando que el calderín está vacío, se instalan las dos válvulas de bola y el dosificador de fosfatos. Se reconecta el latiguillo de la salida del agua caliente.

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16º.- Finalmente se reintroduce el tapón del fondo con los 2 ánodos, la resistencia, …. (intercalando una junta nueva) y se re-enchufa el termo a la toma de corriente.

17º.- Se rellena de agua y se purga todo el aire del circuito y del dosificador de fosfatos.

18º.- Al ponerlo en marcha, la pantalla nos avisa de que el Ánodo Electrónico está en corto-circuito (F-5).

19º.- Antes de desmontar todo lo montado en la parte baja del termo para averiguar que hemos reconectado mal, desenchufé el termo por unas 2 horas y volví a ponerlo en marcha. Finalmente, todo parece O.K.
 

Archivos adjuntos

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Después de 3 años de la instalación de nuestro termo con Bomba de Calor Ariston NUOS EVO de 80 litros, decidí realizar el primer mantenimiento consistente cambiar el ánodo de Magnesio y eliminar tanto las incrustaciones sobre la resistencia y elementos vecinos, como los lodos sedimentados en el fondo.

Se aprovechó la ocasión para montar 2 llaves de paso (para aislar el circuito de agua caliente del resto de la instalación) e instalar un dosificador de fosfatos por efecto Venturi (de la misma familia del aprobado “cum laude” recientemente en la OCU).

Su uso durante estos tres años no se puede calificar como intensivo:

-- ni en el total de agua calentada: menos de 50 m3 en todo este tiempo,

-- ni en el uso de temperaturas de consigna extremas: habitualmente entre 42ºC -verano- y 50ºC -invierno- (exceptuando 36 veces en los que el programa anti-legionella ha entrado en funcionamiento -a 65ºC).

-- ni en agua demasiado dura: Barcelona ciudad de la zona de influencia del Llobregat (parcialmente descalcificada hasta una dureza de unos 15ºF).

-- Además, durante el primer año el agua fue tratada con fosfatos mediante un dosificador automático por efecto Venturi (parecido al que voy a instalar, pero muchísimo mas caro tanto de compra, como de mantenimiento).

El desmontaje ha sido relativamente sencillo, bastando:

1º.- Cerrar la llave general del agua,

2º.- Desconectar físicamente el termo de la corriente,

3º.- Vaciar exhaustivamente los 80 litros de agua contenidos en el termo, a través de la válvula de seguridad (esto ha llevado mas tiempo de lo previsto ya que el tubo tiene poca sección). Al activar la válvula de de seguridad, estamos también haciéndole un chequeo-

4º.- Quitar el embellecedor de plástico negro situado en su parte inferior (4 tornillos) con lo que han quedado a la vista todos conectores y sus correspondientes cables instalados al “tapón” de acceso.

5º.- Identificar todos los conectores y desconectarlos,

6º.- Con una llave de tubo, desenroscar y extraer las 5 tuercas (del “12”).

Ver el archivos adjunto 3490

7º.- Finalmente se extrajo el “tapón” con lo que, quedaron a la vista todos los elementos internos acoplados al mismo.

Ver el archivos adjunto 3491

8º.- Depositamos el conjunto en un barreño.

9º.- El agujero que queda después de desmontar lo anterior tiene un diámetro muy reducido. Finalmente, un familiar con una mano particularmente pequeña es capaz de introducir la mano hasta la muñeca para arrastrar someramente la mayor parte de las escasas incrustaciones desprendidas y el lodo allí depositado. Como está instalado en un armario relativamente angosto situado en una zona “de secano”, en este caso concreto, no es aconsejable darle un manguerazo.

10º.- Observamos que el ánodo de Magnesio ha desaparecido totalmente, quedando de él únicamente su alma de acero “monda y lironda” è Tardar 3 años en realizar el primer mantenimiento ha sido una clara imprudencia, suerte que este aparato lleva un ánodo suplementario de tipo electrónico ==> próxima revisión del ánodo y vecindad anual.

En cuanto a las incrustaciones desprendidas son de color muy claro lo que indica un contenido muy bajo de corrosión férrea incluso en el alma desnuda del ánodo de sacrificio. También es patente que la cantidad formada es muy inferior a la de otro termo cuya foto (según bricolatge-20) se puede ver en una comunicación anterior de este mismo asunto durante idéntico lapso temporal). Probablemente la gran diferencia cuantitiva sea debida a una mayor dureza del agua de partida, a que ésta no se ha tratado de ninguna forma y a un uso mas intensivo (en cantidad de agua y en temperaturas de consigna).

Finalmente, se distinguen una o dos partes sólidas de tamaño claramente mas grande que las citadas incrustaciones, que atribuyo a trozos del ánodo sin oxidar. Una vez desprendidos, pueden seguir oxidándose pero su efecto protector sobre el calderín es nulo.

Ver el archivos adjunto 3492

11º.- Con la parte no cortante de un cuchillo de mesa, un cepillo de dientes viejo y vinagre de limpieza procedemos a librar de incrustaciones todos estos elementos que han quedado accesibles y a la vista. Asi queda el conjunto después de la limpieza. Nótese que el ánodo ha desaparecido totalmente.

Ver el archivos adjunto 3496

12º.- Montamos el nuevo ánodo de Magnesio que, por cierto, es sensiblemente mas corto que el original (a pesar de haber sido comprado en la Tienda Oficial de Repuestos de la Marca)

Ver el archivos adjunto 3494

13º.- Aprovechando que el calderín está “limpio” y vacío, se instalan las dos válvulas de bola y el dosificador de fosfatos.

Ver el archivos adjunto 3495

14º.- Finalmente se reintroduce el tapón del fondo con los 2 ánodos, la resistencia, …. (intercalando una junta nueva) y se re-enchufa el termo a la toma de corriente.

15º.- Se rellena de agua y se purga todo el aire del circuito y del dosificador de fosfatos.

16º.- Al ponerlo en marcha, la pantalla nos avisa de que el Ánodo Electrónico está en corto-circuito (F-5).

16º.- Antes de desmontar todo lo montado en la parte baja del termo para averiguar que hemos reconectado mal, desenchufé el termo por unas 2 horas y volví a ponerlo en marcha. Finalmente, todo parece O.K.

Esta segunda parte es solamente para nergizos fulgencios como yo en el tema electrico. Lamentablemente el aviso intermitente F-5 ha vuelto a salir de forma insistente y preocupante.
  • ¿Significa que el ánodo electrónico no funciona?
  • ¿Nos lo hemos cargado en el proceso de desmontar--desincrustar-volver a montar?.
  • ¿Ha sido peor el remedio que la enfermedad?
Intrigado, intercalé un medidor de consumos entre el termo y la red: con el boton en OFF, el consumo seguía siendo 1,4W. Parecía que el ánodo eléctrónico seguía consumiendo lo estipulado.

Volví a desmontar el embellecedor de plástico negro situado en la parte inferior del termo para tener acceso a las conexiones eléctricas, las examiné. Todas estaban conectadas, aunque una estaba algo floja. Las reapreté todas. En vano. El mensaje F-5 persistía.

Entonces recordé que cuando el operario iba a desconectar los cables, echó mano de su móvil, dudó y finalmente realizó la operación sin fotografiarlo. Emití la hipótesis de que había intercambiado dos de ellas. Hay 6, de las que la mitad parecen inequívocas: las dos de la resistencia por su grosor y sistema de conexión (bayoneta) y otra situada entre las anteriores que dá a un sensor alargado situado dentro de una vaina abierta al aire (¿termostato?).

Las 3 conexiones restantes, todas son de arandela, conectadas a cables: Amarillo Grueso, Blanco Fino y Negro Fino. No me atreví a intercambiarlas al buen tun-tun, ya que 2 de ellas estaban conectadas a la placa eléctrónica y no quería correr mas riesgos de los necesarios.

Como que, estando el termo conectado fisicamente a la red pero en posición OFF, sólo recibía electricidad el ánodo eléctrónico, precisamente el afectado por el error.

Con un multímetro medí los voltajes DC de los 3 terminales citados respecto a masa. Sólo uno daba una medición distinta a Cero: 0,6V que me pareció muy baja.

Repasando todas las fotos que había hecho yo para ilustrar el proceso, me fijé en la primera que incluí en la comunicación que estoy completando. Comparándola con las conexiones actuales parecía claro que las conexiones Amarilla y Negra estabán intercambiadas. Corregí el error y ¡Voila! ===> mensaje de error desaparecido para no reaparecer.

Volví a medir el voltaje entre masa y el único con valor no nulo: ahora su resultado me pareció mas congruente: 3,52V

Finalmente os dejo una foto de como han quedado las conexiones electricas:
upload_2020-7-2_18-58-58.png
 
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Son standart? Quiero decir, a parte de que la rosca encaje, no hay que mirar nada más, no?

En los ánodos de sacrificio hay un total de 5 variables a tener en cuenta:
  • composición (en España la inmensa mayoría son de aleación de Magnesio, pero también pueden ser de aleaciones de Zinc o de Aluminio),
  • localización (la inmensa mayoría van roscadas en la base o un lateral y una minoría colgadas de arriba terminadas en tuerca hexagonal).
Ha59f2ce1cea04411903499e052fd939bu.jpg


En las roscadas sin tuerca hexagonal, hay 3 variables a tener en cuenta
  1. medida de la rosca (M4-M5-M6-M8,...),
  2. longitud del ánodo propiamente dicho,
  3. grosor del ánodo propiamente dicho.
H7b458a22c34a496494e93b7151f31f05G.jpg_480x480q90.jpg


Un error en la medida de la rosca puede subsanarse mediante un adaptador. OJO un adaptador para usar un ánodo M8 en un termo diseñado para M6 es radicalmente distinto que lo contrario.
 
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A más, mejor, verdad? Se dice arriba, pero no sé si está dentro de unos límites, o mejor el más grande que entre dentro del termo.

Edito:

Por ejemplo este, tiene 1 metro de largo, en mi termo entraría...
Ánodo de magnesio de 25,5x1000mm para termos

Mejor que unos de 44 cm (que parece que es el siguiente en tamaño, al menos en esa web)

Mejor cuanto mas largo y grueso. Aqui, el tamaño si importa

Si te pasas de largo, siempre lo puedes arreglar por tanteo. El Magnesio es un metal blando que se corta fácilmente. Una vez cortado a medida, ya sabes la longitud ideal para la próxima vez.

Pero si es demasiado grueso y roza con algo, el arreglo ya no es tan fácil salvo que el problema se manifieste solamente en un punto o zona concreto (lima).
 
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He descargado el manual del termo y dice:
El aparato no debe trabajar con aguas de dureza inferior a los 12°F, viceversa con aguas de dureza muy alta (mayor que 25°F). Se recomienda usar un ablandador, calibrado y controlado correctamente y en este caso la dureza residual no debe colocarse por debajo de los 15°F.

Según la empresa de abastecimiento local tengo una dureza de 10,4, al menos el análisis diario de hoy. Supongo que entre 9-11 grados F.

Estando ligerente por debajo de lo recomendado. Que tratamiento necesitaría para aumentar ligeramente la dureza, aporte de Mg o Ca.? Ver el archivos adjunto 3367

Respecto a la relativa falta de dureza del agua, yo no haría nada dado que el límite inferior de dureza el manual de tu termo lo menciona sólo en el caso de que este "defecto" se deba a un ablandador de agua convencional (de los que se regeneran con sal) que, creo, no es tu caso.

Congratúlate por tener un abastecimiento de agua mejor que la media (en cuanto a dureza se refiere). Posiblemente tu mayor problema no vaya a ser la cal, sino la corrosión ===> acorta el plazo de revisión de los ánodos y, según los veas, personaliza tus plazos.
 
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El tema es que estando en garantía, aunque sea solo el calderin contra corrosion, el mismo SAT no me recomendaba hacer nada....
 
Después de 3 años de la instalación de nuestro termo con Bomba de Calor Ariston NUOS EVO de 80 litros, decidí realizar el primer mantenimiento consistente cambiar el ánodo de Magnesio y eliminar tanto las incrustaciones sobre la resistencia y elementos vecinos, como los lodos sedimentados en el fondo.

Se aprovechó la ocasión para montar 2 llaves de paso (para aislar el circuito de agua caliente del resto de la instalación) e instalar un dosificador de fosfatos por efecto Venturi (de la misma familia del aprobado “cum laude” recientemente en la OCU).

Su uso durante estos tres años no se puede calificar como intensivo:

-- ni en el total de agua calentada: menos de 50 m3 en todo este tiempo,

-- ni en el uso de temperaturas de consigna extremas: habitualmente entre 42ºC -verano- y 50ºC -invierno- (exceptuando 36 veces en los que el programa anti-legionella ha entrado en funcionamiento -a 65ºC).

-- ni en agua demasiado dura: Barcelona ciudad de la zona de influencia del Llobregat con una dureza de partida de unos 20ºF (parcialmente descalcificada hasta unos 15ºF).

-- Además, durante el primer año el agua fue tratada con fosfatos mediante un dosificador automático por efecto Venturi (parecido al que voy a instalar, pero muchísimo mas caro tanto de compra, como de mantenimiento).

El desmontaje ha sido relativamente sencillo, bastando:

1º.- Cerrar la llave general del agua,

2º.- Desconectar físicamente el termo de la corriente,

3º.- Abrir un grifo de agua caliente para dar salida al agua de la parte superior del termo.

4º.- Desconectar el latiguillo conectado a la salida de agua caliente con el fin de que sea posible vaciar completamente el termo de agua (el aire entrará por esta salida).

5º.- Vaciar exhaustivamente los 80 litros de agua contenidos en el termo, a través de la válvula de seguridad (esto ha llevado bastante mas tiempo de lo previsto ya que el tubo tiene poca sección). Al activar la válvula de de seguridad, estamos también haciéndole un chequeo.

6º.- Quitar el embellecedor de plástico negro situado en su parte inferior (4 tornillos) con lo que han quedado a la vista todos conectores y sus correspondientes cables instalados al “tapón” de acceso.

7º.- Identificar todos los conectores y desconectarlos,

8º.- Con una llave de tubo, desenroscar y extraer las 5 tuercas (del “12”).

Ver el archivos adjunto 3490

9º.- Finalmente se extrajo el “tapón” (portavainas) con lo que, quedaron a la vista todos los elementos internos acoplados al mismo.

Ver el archivos adjunto 3491

10º.- Depositamos el conjunto en un barreño.

11º.- El agujero que queda después de desmontar lo anterior tiene un diámetro muy reducido. Finalmente, un familiar con una mano particularmente pequeña es capaz de introducir la mano hasta la muñeca para arrastrar someramente la mayor parte de las escasas incrustaciones desprendidas y el lodo allí depositado. Como está instalado en un armario relativamente angosto situado en una zona “de secano”, en este caso concreto, no es aconsejable darle un manguerazo.

12º.- Observamos que el ánodo de Magnesio ha desaparecido totalmente, quedando de él únicamente su alma de acero “monda y lironda” ==> Tardar 3 años en realizar el primer mantenimiento ha sido una clara imprudencia, suerte que este aparato lleva un ánodo suplementario de tipo electrónico ==> próxima revisión del ánodo y vecindad anual.

En cuanto a las incrustaciones desprendidas es patente que la cantidad formada es muy inferior a la de otro termo cuya foto (según bricolatge-20) se puede ver en una comunicación anterior de este mismo asunto durante idéntico lapso temporal). Probablemente la monstruosa diferencia cuantitiva del otro termo sea debida a una mayor dureza del agua de partida, a que ésta no se ha tratado de ninguna forma y a un uso mas intensivo (en cantidad de agua y en temperaturas de consigna).

Por otro lado, las incrustaciones son de color muy claro lo que indica un contenido muy bajo de corrosión férrea incluso en el alma desnuda del ánodo de sacrificio.

Finalmente, se distinguen una o dos partes sólidas de tamaño claramente mas grande que las citadas incrustaciones, que atribuyo a trozos del ánodo sin oxidar. Una vez desprendidos, pueden seguir oxidándose pero su efecto protector sobre el calderín es nulo.

Ver el archivos adjunto 3492

13º.- Con la parte no cortante de un cuchillo de mesa, un cepillo de dientes viejo y vinagre de limpieza procedemos a librar de incrustaciones todos estos elementos que han quedado accesibles y a la vista. Asi queda el conjunto después de la limpieza. Nótese que el ánodo ha desaparecido totalmente.

Ver el archivos adjunto 3496

14º.- Montamos el nuevo ánodo de Magnesio que, por cierto, es sensiblemente mas corto que el original (a pesar de haber sido comprado en la Tienda Oficial de Repuestos de la Marca)

Ver el archivos adjunto 3494

15º.- Aprovechando que el calderín está vacío, se instalan las dos válvulas de bola y el dosificador de fosfatos. Se reconecta el latiguillo de la salida del agua caliente.

Ver el archivos adjunto 3495

16º.- Finalmente se reintroduce el tapón del fondo con los 2 ánodos, la resistencia, …. (intercalando una junta nueva) y se re-enchufa el termo a la toma de corriente.

17º.- Se rellena de agua y se purga todo el aire del circuito y del dosificador de fosfatos.

18º.- Al ponerlo en marcha, la pantalla nos avisa de que el Ánodo Electrónico está en corto-circuito (F-5).

19º.- Antes de desmontar todo lo montado en la parte baja del termo para averiguar que hemos reconectado mal, desenchufé el termo por unas 2 horas y volví a ponerlo en marcha. Finalmente, todo parece O.K.
Solo me queda aplaudir. Excelente trabajo y muy bien explicado

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Mejor cuanto mas largo y grueso. Aqui, el tamaño si importa

Si te pasas de largo, siempre lo puedes arreglar por tanteo. El Magnesio es un metal blando que se corta fácilmente. Una vez cortado a medida, ya sabes la longitud ideal para la próxima vez.

Pero si es demasiado grueso y roza con algo, el arreglo ya no es tan fácil salvo que el problema se manifieste solamente en un punto o zona concreto (lima).

Respecto al grosor, Baxi recomienda que se cambie el ánodo si en una revisión detectamos que su diámetro ha adelgazado a menos de 15mm. Desconozco el grosor de su ánodo nuevo.

Durante las revisiones, si el ánodo en uso está entero, pero ha adelgazado, es muy fácil autoengañarse y decidir mantenerlo.

Vamos a suponer que el cilindro de magnesio del ánodo nuevo tenia 22,4 cms de largo y su grosor era de 25mm (105,6 cc de magnesio y un área de 176 cm2).

Vamos a calcular lo que ocurre cuando el cilindro adelgaza sólo un 28 y 40%.

GROSORES 25 ==> 18 ==> 15 mm (100 ==> 72 ==> 60%)

Volumen MAGNESIO 105,6 ==> 52,6 ==> 35,2 cc (100 ==> 50 ==> 33%)

AREA a REACCIONAR 176 ==> 127 ==> 106 cm2 (100 ==> 72 ==> 60%)

Resumiendo, si mantenemos el ánodo porque "sólo ha perdido un 40% de su grosor" sin romperse, nos encontraremos con que la velocidad de la reacción electroquímica protectora habrá bajado un 40% y el magnesio original habrá mermado un 67%. ¿No creeis que vale la pena gastarse 9-15€ y sustituirlo?
 
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Esta segunda parte es solamente para nergizos como yo en el tema electrico. Lamentablemente el aviso intermitente F-5 ha vuelto a salir de forma insistente y preocupante.
  • ¿Significa que el ánodo electrónico no funciona?
  • ¿Nos lo hemos cargado en el proceso de desmontar--desincrustar-volver a montar?.
  • ¿Ha sido peor el remedio que la enfermedad?
Intrigado, intercalé un medidor de consumos entre el termo y la red: con el boton en OFF, el consumo seguía siendo 1,4W. Parecía que el ánodo eléctrónico seguía consumiendo lo estipulado.

Volví a desmontar el embellecedor de plástico negro situado en la parte inferior del termo para tener acceso a las conexiones eléctricas, las examiné. Todas estaban conectadas, aunque una estaba algo floja. Las reapreté todas. En vano. El mensaje F-5 persistía.

Entonces recordé que cuando el operario iba a desconectar los cables, echó mano de su móvil, dudó y finalmente realizó la operación sin fotografiarlo. Emití la hipótesis de que había intercambiado dos de ellas. Hay 6, de las que la mitad parecen inequívocas: las dos de la resistencia por su grosor y sistema de conexión (bayoneta) y otra situada entre las anteriores que dá a un sensor alargado situado dentro de una vaina abierta al aire (¿termostato?).

Las 3 conexiones restantes, todas son de arandela, conectadas a cables: Amarillo Grueso, Blanco Fino y Negro Fino. No me atreví a intercambiarlas al buen tun-tun, ya que 2 de ellas estaban conectadas a la placa eléctrónica y no quería correr mas riesgos de los necesarios.

Como que, estando el termo conectado fisicamente a la red pero en posición OFF, sólo recibía electricidad el ánodo eléctrónico, precisamente el afectado por el error.

Con un multímetro medí los voltajes DC de los 3 terminales citados respecto a masa. Sólo uno daba una medición distinta a Cero: 0,6V que me pareció muy baja.

Repasando todas las fotos que había hecho yo para ilustrar el proceso, me fijé en la primera que incluí en la comunicación que estoy completando. Comparándola con las conexiones actuales parecía claro que las conexiones Amarilla y Negra estabán intercambiadas. Corregí el error y ¡Voila! ===> mensaje de error desaparecido para no reaparecer.

Volví a medir el voltaje entre masa y el único con valor no nulo: ahora su resultado me pareció mas congruente: 3,52V

Finalmente os dejo una foto de como han quedado las conexiones electricas:
Ver el archivos adjunto 3610

En el caso de que sea capaz de agenciarme un adaptador para colocar ánodos M8 en mi rosca M5, en la próxima sustitución del ánodo intentaré instalar un ánodo M8 de 26 mm de grosor y 400 mm de largo (unos 17€) en lugar del actual (M4 de 25 y 230 mm por unos 11€).

Si consigo el citado adaptador y soy capaz de introducir el conjunto en el termo sin cortes, contaré con:
  • un extra del 77% de magnesio a sacrificar
  • y un aumento del 81% en el área de reacción de sacrificio por un sobreprecio de unos 5€ + el coste del adaptador (que imagino que será fácilmente reutilizable).
 
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