Hay algo disonante en los datos que ha dado Torrenti. Según él, sus consumos invernales típicos han sido:
Ahora vamos a ver las calorias que dan ambas fuentes de calor en toda una temporada:
- Gas-oil: 1.400 litros/invierno de 3,5 meses (100 litros semanales x 4 semanas x 3,5 meses).
- Madera de olivo: 3.000 kg/invierno.
¡Sorpresa, sorpresa! Asumiendo que ambos quemadores tuviesen un rendimiento similar, el pasado inverno tenia que haber sido mas confortable para la familia de Torrenti que cuando quemaba gas-oil. Esta paradoja se acrecienta si tenemos en cuenta que una parte pequeña, pero no despreciable, del consumo de gas-oil se destinaba también a la producción de ACS.
- Gas-oil: 1.400 litros x 9.000 Kcal/litro = 12.600.000Kcal
- Madera de olivo: 3.000 kg x 4.600 Kcal/kg = 13.800.000 Kcal
Con la poca diferencia que hay tu desvío puede ser perfectamente error de medición.
Como sabes el poder calorífico de la leña?
Como puedes suponer que el rendimiento es el mismo?
Como puedes suponer que el clima ha sido el mismo?
Como puedes suponer que el uso (recuerda que hemos estado en pandemia) ha sido el mismo?
Tus cálculos no permiten llegar a la conclusión.
Por qué en vez de irte por las ramas no intentas dar una solución a su problema? (No sé si te acuerdas de ello)