El tema es que un grupo ambientalista local me ha pedido un informe (3 folios, no mas) sobre algunas decisiones del gobierno (y sus aliados parlamentarios) que no nos gustan.
Había pensado mandarles el texto completo a PabloB, Irenenergia y algún otro meganergizo para que me dijesen si había algún error, omisión... pero como soy Fulgencio pues no puedo mandar mensajes privados y he decidido abrir un hilo (y otro día uno sobre las de electricidad).
No me entendais mal, creo que en ENERGIA este gobierno estaba siendo el mejor (o el menos malo) de nuestra historia (tampoco era nada difícil, la verdad). Pero cuando han llegado mal dadas, está relegando (como siempre) la lucha contra el cambio climático a los domingos y fiestas de guardar...
Bueno, a ver que opinais/aportais. Pero sin tonterías. Terraplanistas, negacionistas, rácanos o discutidores de barra de bar abstenerse.
1- Reducción del tipo del IVA al gas. Del 21% general al 5%.
Esta reducción afecta exclusivamente al consumo doméstico (el industrial recupera el IVA soportado) y es un sinsentido tratar de forma privilegiada este consumo frente a otros que van a tipo general. Significa que el Gobierno regala uno de cada seis euros en gas y espolea el gasto en combustibles fósiles. Y luego nos extraña que Finlandia (a pesar del frío) baje mucho más el consumo doméstico de gas que nosotros. Aunque esta medida solo está pensada, en principio, hasta finales de 2023, imaginémonos otro gobierno negacionista prolongándola.
2- El déficit de financiación de la TUR de gas pasa a pagarse vía Presupuestos Generales.
La TUR de gas fue un mecanismo antiespeculativo creado en 2009 para evitar que los consumidores se viesen afectados por bruscas variaciones en el precio de los mercados mundiales. Los precios se revisan trimestralmente, los superávits se compensan en bajadas posteriores y los déficits con subidas. Los déficits transitorios se financiaban por las empresas comercializadoras de la TUR de gas. La reciente subida mundial del gas ha provocado que el gobierno (y sus aliados) rompa este esquema, considere un posible déficit crónico y lo enjuague continuamente con cargo a los PGE.
Las razones son dos. La primera es dejar las manos libres para que el gobierno vuelva a subvencionar un combustible fósil sin que se note demasiado (no como el antiguo déficit de tarifa eléctrico). Esto es particularmente obsceno porque desincentiva comportamientos ecológicos individuales de “salirse del gas” y todo el mundo, consuma gas o no, lo financia.
La segunda, menos importante pero más urgente, era hacer un favor a los accionistas de Naturgy. Resulta que se calculaba que Naturgy iba a financiar más de 2.000 millones hasta finales de 2023[1] (que luego cobraría según el esquema anterior). Y esto ponía en peligro su rating. Dado que cualquier eléctrica puede mejorar su rating fácilmente bajando (o suprimiendo) sus dividendos un par de años, el regalo del gobierno a sus accionistas es evidente. Posiblemente nos cueste unos 3.000 millones de euros la medida y (muy posiblemente también) nunca llegaremos a conocer las inconfesables razones de este cambio que debería revertirse cuanto antes.
3- Se ha creado una nueva tarifa (dos en realidad) en la TUR de gas para comunidades de vecinos que les subvencionará el gasto de ese combustible fósil (ver apartado 2). Y no sólo eso, sino que se les subvenciona aunque no tengan contadores individuales siempre que los instalen antes del próximo octubre o hagan la trampa de la “inviabilidad técnica”[2].
En definitiva, sería aceptable esta(s) nueva(s) tarifa(s) como lo que debe ser la TUR de gas, un mecanismo antifluctuaciones. Nada más.
4- El apoyo a un nuevo gasoducto, el Mid-Cat. Tras negarse Macron a aceptar el gasoducto por los Pirineos (por miedo a los ecologistas… franceses, el gobierno español sigue despreciando a los de este lado de la cordillera) han resucitado esta obra faraónica que nace obsoleta antes de iniciarse y espoleará el consumo de gas en aras de la rentabilidad. ¿No ha aprendido nada el PSOE del fiasco del proyecto Castor (terremotos incluidos), de la indemnización a Florentino y de los 4.730 millones que nos ha costado según la OCU?
[1] El resto de las comercializadoras de la TUR de gas (Endesa, Iberdrola y Total) tenían una presión financiera mucho menor. Entre las tres no llegarían ni a la tercera parte de Naturgy.
[2] La excepción de la “inviabilidad técnica” significaba, en la práctica, que la gran mayoría de las comunidades que se acogían pagaban un informe fraudulento a un técnico para esquivar la obligación impuesta por la UE. Había otra excepción (que ahora afortunadamente desaparece), la de falta de rentabilidad que se activaba cuando no se preveía recuperar la inversión en 4 años, es decir, se exigía una TIR superior al 25% anual para tener la obligación de ponerlos (una locura).
Había pensado mandarles el texto completo a PabloB, Irenenergia y algún otro meganergizo para que me dijesen si había algún error, omisión... pero como soy Fulgencio pues no puedo mandar mensajes privados y he decidido abrir un hilo (y otro día uno sobre las de electricidad).
No me entendais mal, creo que en ENERGIA este gobierno estaba siendo el mejor (o el menos malo) de nuestra historia (tampoco era nada difícil, la verdad). Pero cuando han llegado mal dadas, está relegando (como siempre) la lucha contra el cambio climático a los domingos y fiestas de guardar...
Bueno, a ver que opinais/aportais. Pero sin tonterías. Terraplanistas, negacionistas, rácanos o discutidores de barra de bar abstenerse.
1- Reducción del tipo del IVA al gas. Del 21% general al 5%.
Esta reducción afecta exclusivamente al consumo doméstico (el industrial recupera el IVA soportado) y es un sinsentido tratar de forma privilegiada este consumo frente a otros que van a tipo general. Significa que el Gobierno regala uno de cada seis euros en gas y espolea el gasto en combustibles fósiles. Y luego nos extraña que Finlandia (a pesar del frío) baje mucho más el consumo doméstico de gas que nosotros. Aunque esta medida solo está pensada, en principio, hasta finales de 2023, imaginémonos otro gobierno negacionista prolongándola.
2- El déficit de financiación de la TUR de gas pasa a pagarse vía Presupuestos Generales.
La TUR de gas fue un mecanismo antiespeculativo creado en 2009 para evitar que los consumidores se viesen afectados por bruscas variaciones en el precio de los mercados mundiales. Los precios se revisan trimestralmente, los superávits se compensan en bajadas posteriores y los déficits con subidas. Los déficits transitorios se financiaban por las empresas comercializadoras de la TUR de gas. La reciente subida mundial del gas ha provocado que el gobierno (y sus aliados) rompa este esquema, considere un posible déficit crónico y lo enjuague continuamente con cargo a los PGE.
Las razones son dos. La primera es dejar las manos libres para que el gobierno vuelva a subvencionar un combustible fósil sin que se note demasiado (no como el antiguo déficit de tarifa eléctrico). Esto es particularmente obsceno porque desincentiva comportamientos ecológicos individuales de “salirse del gas” y todo el mundo, consuma gas o no, lo financia.
La segunda, menos importante pero más urgente, era hacer un favor a los accionistas de Naturgy. Resulta que se calculaba que Naturgy iba a financiar más de 2.000 millones hasta finales de 2023[1] (que luego cobraría según el esquema anterior). Y esto ponía en peligro su rating. Dado que cualquier eléctrica puede mejorar su rating fácilmente bajando (o suprimiendo) sus dividendos un par de años, el regalo del gobierno a sus accionistas es evidente. Posiblemente nos cueste unos 3.000 millones de euros la medida y (muy posiblemente también) nunca llegaremos a conocer las inconfesables razones de este cambio que debería revertirse cuanto antes.
3- Se ha creado una nueva tarifa (dos en realidad) en la TUR de gas para comunidades de vecinos que les subvencionará el gasto de ese combustible fósil (ver apartado 2). Y no sólo eso, sino que se les subvenciona aunque no tengan contadores individuales siempre que los instalen antes del próximo octubre o hagan la trampa de la “inviabilidad técnica”[2].
En definitiva, sería aceptable esta(s) nueva(s) tarifa(s) como lo que debe ser la TUR de gas, un mecanismo antifluctuaciones. Nada más.
4- El apoyo a un nuevo gasoducto, el Mid-Cat. Tras negarse Macron a aceptar el gasoducto por los Pirineos (por miedo a los ecologistas… franceses, el gobierno español sigue despreciando a los de este lado de la cordillera) han resucitado esta obra faraónica que nace obsoleta antes de iniciarse y espoleará el consumo de gas en aras de la rentabilidad. ¿No ha aprendido nada el PSOE del fiasco del proyecto Castor (terremotos incluidos), de la indemnización a Florentino y de los 4.730 millones que nos ha costado según la OCU?
[1] El resto de las comercializadoras de la TUR de gas (Endesa, Iberdrola y Total) tenían una presión financiera mucho menor. Entre las tres no llegarían ni a la tercera parte de Naturgy.
[2] La excepción de la “inviabilidad técnica” significaba, en la práctica, que la gran mayoría de las comunidades que se acogían pagaban un informe fraudulento a un técnico para esquivar la obligación impuesta por la UE. Había otra excepción (que ahora afortunadamente desaparece), la de falta de rentabilidad que se activaba cuando no se preveía recuperar la inversión en 4 años, es decir, se exigía una TIR superior al 25% anual para tener la obligación de ponerlos (una locura).
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