Al inicio de la temporada de calefacción instalé detrás de los 3 radiadores que dan a fachada un panel reflexivo (2 capas de aluminio con el interior de plástico de burbujas) de estos tan polémicos para experimentar en mis propias carnes. En los radiadores interiores no los he colocado.
Estaba muy ilusionado porque según comentan estos inventos ahorran entre un 10 y un 20%, incluso en algún sitio anunciaban ahorros del 30% (¡wow!). Teoricamente ya me resulta muy poco creíble, pero aun así, comento como ha sido mi experiencia con estos aislantes en la primera temporada de calefacción con ellos puestos:
He comparado los tiempos que tarda la vivienda en “coger calor”, ahora que los paneles reflexivos están colocados, con los datos de años anteriores (sin el aislante colocado) y no aprecio ninguna mejora significativa. Claro, existe cierta desviación en las pruebas por el mero hecho de que estén hechas en días distintos de años distintos, lo cual implica diferentes condiciones exteriores que nunca van a ser las mismas.
En las pruebas realizadas años anteriores (antes de instalar el aislante) con una temperatura exterior de entre 0º y 10º y el agua de la caldera a una Tª de 75º en 60 minutos el incremento de temperatura es de unos 2-2,5º y a los 90 minutos el incremento alcanzado es de 3º-3,5º. Ahora he vuelto a repetir las pruebas con los paneles instalados y ni los tiempos ni las temperaturas han cambiado. El termostato mide de 0,5 en 0,5 grados, así que aunque existan pequeñas variaciones (de décimas de grado) no se pueden apreciar en mi caso.
En cuanto a lo relativo a la factura del gas tampoco he apreciado ninguna variación significativa. Bueno, entiendo que no ha habido variación si el cambio en el consumo del año no ha variado en más de un 10% arriba o abajo (variación que depende del clima, ya que no todos los inviernos hace el mismo frio) en comparación con la media de los últimos años.
Que quede claro, no digo que no sirvan de nada, sólo digo que en mi caso en concreto no me resulta apreciable el cambio. Puede ser que exista cierto ahorro, ya que la vivienda ha podido ganar la misma temperatura pero consumiendo algo menos de gas (de hecho este año el consumo de gas ha sido ligeramente inferior a la media, pero dentro de la desviación normal que hay de unos años con respecto a otros) o incluso que se haya podido alcanzar la temperatura de confort algún minuto antes de lo habitual, pero aun siendo así me parece algo poco apreciable a efectos prácticos. Es posible que ahorren algo (un 1%?, un 2%?...), puede ser, pero no aprecio si existe un ahorro real atribuido exclusivamente a estos paneles. Aun así, creo que el ahorro que prometen de un 10% o un 20% está muy alejado de la realidad.
Lo que sí que se puede notar es que si uno se pone justo enfrente de un radiador con panel aislante colocado detrás se nota que “echa” más calor y que teóricamente es lo que se desperdiciaría transfiriéndolo (al menos en parte) a la fachada exterior.
Resumiendo ¿Es recomendable instalar los paneles aislantes reflexivos? Pues yo diría que sí (aunque sin mucho entusiasmo), me explico: Aunque el ahorro sea mínimo y casi imposible de cuantificar realmente en una vivienda real (vamos a suponer un 1% de ahorro, por decir algo) estaríamos hablando de un ahorro de 4 o 5 metros cúbicos de gas por invierno, con lo cual se amortizaría el coste de estos paneles en unos pocos años para una duración de éstos casi eterna. Cierto que el ahorro con los años sería muy pequeño, pero algo es algo.
Sólo comento mi caso en particular, ya me imaginaba que por poner unos "trozos de aluminio" en 3 radiadores no iba a ocurrir ningún milagro, aunque si que me esperaba algo un poco más palpable, supongo que una vivienda peor aislada y con todos los radiadores dando a fachada es posible que este ahorro sea más apreciable.
Lo que me parece fundamental es instalarlos correctamente, que aunque no reviste ninguna dificultad vamos a decir que tiene truco y que además lo siguiente que voy a decir no lo he visto recomendado por ningún sitio. Dejo mi experiencia, por si alguien le da por ponerse de estos chismes:
En mi caso he puesto cuatro trozos de cinta de doble cara de unos 3 cm de largo (más que suficiente) en la parte de las esquinas que va a pegar con la pared y estirar muy bien el panel antes de pegarlo para que quede tensado, de forma que el panel se quede suspendido y no tenga contacto con la pared (y mucho menos con el radiador) de forma que quede “flotando”, que exista un espacio de aire tanto por delante como por detrás, aunque sea muy poco, apoyando únicamente en los cuatro trozos de cinta. He visto algunas fotos de instalaciones en los que el panel reflexivo está completamente pegado a la pared (¿¿??) y a eso (desde mi más humilde opinión) no le veo ningún fundamento. Creo que al hacer contacto directo toda la superficie del panel con la pared se creará un puente térmico en cuanto se caliente el panel y hará de conductor del calor al estar haciendo contacto (al menos en parte) y con el tiempo este calor pasará igualmente a la fachada o es que serán de otro tipo de aislantes a los míos.
Otro consejo (más estético que otra cosa) es cortarlos de una medida ligeramente inferior al ancho del radiador. Por ejemplo, si el radiador tiene 50 cm de ancho cortar 45 cm de ancho de panel. Si cortas exactamente la longitud del ancho del radiador (para que coincida con éste), tal y como hice con el primero que puse, el panel se deja ver un poco por los lados, ya que el radiador no termina de tapar del todo su visión y la verdad es que queda muy poco estético.
Estaba muy ilusionado porque según comentan estos inventos ahorran entre un 10 y un 20%, incluso en algún sitio anunciaban ahorros del 30% (¡wow!). Teoricamente ya me resulta muy poco creíble, pero aun así, comento como ha sido mi experiencia con estos aislantes en la primera temporada de calefacción con ellos puestos:
He comparado los tiempos que tarda la vivienda en “coger calor”, ahora que los paneles reflexivos están colocados, con los datos de años anteriores (sin el aislante colocado) y no aprecio ninguna mejora significativa. Claro, existe cierta desviación en las pruebas por el mero hecho de que estén hechas en días distintos de años distintos, lo cual implica diferentes condiciones exteriores que nunca van a ser las mismas.
En las pruebas realizadas años anteriores (antes de instalar el aislante) con una temperatura exterior de entre 0º y 10º y el agua de la caldera a una Tª de 75º en 60 minutos el incremento de temperatura es de unos 2-2,5º y a los 90 minutos el incremento alcanzado es de 3º-3,5º. Ahora he vuelto a repetir las pruebas con los paneles instalados y ni los tiempos ni las temperaturas han cambiado. El termostato mide de 0,5 en 0,5 grados, así que aunque existan pequeñas variaciones (de décimas de grado) no se pueden apreciar en mi caso.
En cuanto a lo relativo a la factura del gas tampoco he apreciado ninguna variación significativa. Bueno, entiendo que no ha habido variación si el cambio en el consumo del año no ha variado en más de un 10% arriba o abajo (variación que depende del clima, ya que no todos los inviernos hace el mismo frio) en comparación con la media de los últimos años.
Que quede claro, no digo que no sirvan de nada, sólo digo que en mi caso en concreto no me resulta apreciable el cambio. Puede ser que exista cierto ahorro, ya que la vivienda ha podido ganar la misma temperatura pero consumiendo algo menos de gas (de hecho este año el consumo de gas ha sido ligeramente inferior a la media, pero dentro de la desviación normal que hay de unos años con respecto a otros) o incluso que se haya podido alcanzar la temperatura de confort algún minuto antes de lo habitual, pero aun siendo así me parece algo poco apreciable a efectos prácticos. Es posible que ahorren algo (un 1%?, un 2%?...), puede ser, pero no aprecio si existe un ahorro real atribuido exclusivamente a estos paneles. Aun así, creo que el ahorro que prometen de un 10% o un 20% está muy alejado de la realidad.
Lo que sí que se puede notar es que si uno se pone justo enfrente de un radiador con panel aislante colocado detrás se nota que “echa” más calor y que teóricamente es lo que se desperdiciaría transfiriéndolo (al menos en parte) a la fachada exterior.
Resumiendo ¿Es recomendable instalar los paneles aislantes reflexivos? Pues yo diría que sí (aunque sin mucho entusiasmo), me explico: Aunque el ahorro sea mínimo y casi imposible de cuantificar realmente en una vivienda real (vamos a suponer un 1% de ahorro, por decir algo) estaríamos hablando de un ahorro de 4 o 5 metros cúbicos de gas por invierno, con lo cual se amortizaría el coste de estos paneles en unos pocos años para una duración de éstos casi eterna. Cierto que el ahorro con los años sería muy pequeño, pero algo es algo.
Sólo comento mi caso en particular, ya me imaginaba que por poner unos "trozos de aluminio" en 3 radiadores no iba a ocurrir ningún milagro, aunque si que me esperaba algo un poco más palpable, supongo que una vivienda peor aislada y con todos los radiadores dando a fachada es posible que este ahorro sea más apreciable.
Lo que me parece fundamental es instalarlos correctamente, que aunque no reviste ninguna dificultad vamos a decir que tiene truco y que además lo siguiente que voy a decir no lo he visto recomendado por ningún sitio. Dejo mi experiencia, por si alguien le da por ponerse de estos chismes:
En mi caso he puesto cuatro trozos de cinta de doble cara de unos 3 cm de largo (más que suficiente) en la parte de las esquinas que va a pegar con la pared y estirar muy bien el panel antes de pegarlo para que quede tensado, de forma que el panel se quede suspendido y no tenga contacto con la pared (y mucho menos con el radiador) de forma que quede “flotando”, que exista un espacio de aire tanto por delante como por detrás, aunque sea muy poco, apoyando únicamente en los cuatro trozos de cinta. He visto algunas fotos de instalaciones en los que el panel reflexivo está completamente pegado a la pared (¿¿??) y a eso (desde mi más humilde opinión) no le veo ningún fundamento. Creo que al hacer contacto directo toda la superficie del panel con la pared se creará un puente térmico en cuanto se caliente el panel y hará de conductor del calor al estar haciendo contacto (al menos en parte) y con el tiempo este calor pasará igualmente a la fachada o es que serán de otro tipo de aislantes a los míos.
Otro consejo (más estético que otra cosa) es cortarlos de una medida ligeramente inferior al ancho del radiador. Por ejemplo, si el radiador tiene 50 cm de ancho cortar 45 cm de ancho de panel. Si cortas exactamente la longitud del ancho del radiador (para que coincida con éste), tal y como hice con el primero que puse, el panel se deja ver un poco por los lados, ya que el radiador no termina de tapar del todo su visión y la verdad es que queda muy poco estético.