Trump, la energía y tu bolsillo

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Que la llegada al poder de Trump hace ya más de un año iba a suponer un terremoto, es algo que en mayor o menor medida todos podíamos prever. Lo que quizás no resultaba tan evidente eran los posibles efectos sobre nuestra Europa, y más aún en materia de energía.

Empecemos por el principio. En 2015 Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania firman un acuerdo de negociación gestado durante casi dos años, el Plan Conjunto de Acción Comprehensiva (JCPOA en inglés), el acuerdo nuclear con Irán del que tanto se habla hoy. Fue calificado por muchos como un hito de la administración de Barack Obama.

El martes 8 de mayo Donald Trump anuncia la ruptura de este acuerdo, cuyo contenido establecía el levantamiento de sanciones contra Irán a cambio de la limitación de su programa de energía atómica. El miedo era, se supone, que ese programa pudiera llevar a la creación de armas nucleares.

Muy bien Nergizo, pero… ¿qué me importan a mí los tejemanejes entre el rubiales de la peluca y una teocracia en Oriente Medio?

—Espera a que te hable de cómo va a afectar a tu bolsillo… quizás entonces comience a interesarte “una miaja” la geopolítica, Fulgencio.

Y es que la ruptura del acuerdo de marras no sólo genera inestabilidad en la región, también y como es lógico desavenencias entre EE.UU. y el resto de firmantes. Y ojito que la cosa está que arde, ya que aunque Irán y los representantes de la Unión Europea han anunciado que están dispuestos a proseguir con lo pactado, Trump ha advertido de que “cualquier país que ayude a Irán podría ser sancionado”.

 

—¿Pero y mi bolsillo? ¡mi bolsillo!

—A eso vamos

Volvemos ahora a nuestra hermosa nación, España. A los efectos que esta brecha con el gigante estadounidense puede conllevar a nivel energético.

El Gobierno estimaba una media en el precio del barril de Brent para este año de 67,7 dólares y un crecimiento del PIB del 2,7 % en ese marco, pero tras la sacudida y la subida de precios del crudo a niveles de 2014, se recortan las previsiones a un 2%. La retirada de EE.UU. del pacto nuclear podría elevar aún más el precio de la materia prima respecto a lo contemplado por el Gobierno, situándonos en un horizonte aún peor.

Y es que España es un país con una gran dependencia energética, e Irán es el tercer mayor exportador de crudo de la OPEP. Las repercusiones a nivel económico se cifran en unos 8.000 millones de euros en nuestro país, lo que en el marco laboral se traduciría en un retroceso del 0,8% en la ocupación (muchos factores se ven afectados: inflación, consumo, etc.).

 

Por su parte ¿cómo recogen las petroleras este suceso? No sé si algún pobre ingenuo pensaba que sus intereses eran similares a los de nuestros hogares, pero en el IBEX 35 y gracias a la subida de precio del crudo se ha habido ganancias considerables. Repsol, por ejemplo, +2,5%, y lo mismo ha sucedido en otras empresas de Europa y en las grandes energéticas.

—Maldito Trump. Otra vez España se va al garete, si es que alguna vez hemos salido de ese… ¿lugar?

—Hombre, Fulgencio, tampoco todo es culpa de Trump. Igual deberíamos empezar por barrer nuestra casa…

Si bien no es el único factor ni mucho menos, las tensiones en el ámbito geopolítico influyen notablemente en los precios del crudo. Si a eso le sumamos que Oriente Medio no destaca precisamente por ser un oasis de paz y tranquilidad, y que España, como vaticinamos, es muy susceptible de sufrir en este horizonte, quizás deberíamos empezar a pensar en medidas que contribuyan a reducir esa dependencia energética.

La dinámica, no obstante, es la contraria. En 2017 España tocó un máximo histórico en cuanto a importaciones en esta materia. Ni antes de la crisis, en 2008, habíamos tenido esa avidez de comprar al extranjero.

¿Cómo podría paliarse este asunto? Bingo: renovables.

—Hay que ver, Nergizo, ¡qué pesaditos con el tema!

—Y así seguiremos, Fulgencio. Hasta que logremos un cambio

5 comentarios en «Trump, la energía y tu bolsillo»

  1. De momento las renovables lo que pueden paliar seguro son las emisiones de CO2, que se dice pronto.

    Las movidas geopolíticas irán cambiando de forma pero no desaparecerán, en lugar de tener un peso relevante el petroleo como lo tiene ahora pues lo tendrán las explotaciones de coltan, litio, o el mineral que le saquen una utilidad, a medida que se acabe el petroleo irán subiendo los gravámenes de los sustitutos y se seguirá igual que ahora unos países serán productores y otros dependientes, y esto es así pues ni los minerales en la corteza terrestre, ni las horas de luz, ni el agua potable, ni el clima están distribuidos homogénea ni equitativamente.

    A ver, se entiende el punto de vista del articulo, si a día de hoy hubiéramos invertido más en renovable y tuviéramos menor dependencia de hidrocarburos pues el impacto ante esta medida concreta a día de hoy seria menor, pero a la larga los recursos que tenemos son con los que podemos contar, y hoy lo que vale dinero es el petroleo, mañana X, y de donde no hay pues no sale.

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  2. Aún siendo un defensor de las renovables no estoy de acuerdo con la afirmación de que aumentando la participación de estas se podría disminuir el impacto del petróleo en las importaciones, por lo menos dicho así. No podemos pasar por alto que el 80-90% del petróleo que consumimos se va en transporte y en procesos químicos que solo pueden darse con derivados del petróleo y ni la tecnología ni los precios permiten una sustitución eficaz de coches termicos por eléctricos ni mucho menos por unos inexistentes camiones que transportan la inmensa mayoría de las cargas.

    Se pueden hacer muchas cosas y se deben hacer muchas cosas pero es imposible que podamos parar estos golpes. Y como dice Jordi muy bien casi seguro que el día que dejemos de pelear por petróleo lo haremos por otra materia que tiene otro y yo no.

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  3. Hola y gracias por responder.

    España consume grandes cantidades de petróleo y gas importados. Efectivamente el transporte es el principal consumo de crudo (un 65% del total aproximadamente si mal no recuerdo) y ahí tenemos menos margen de acción, pero también lo tenemos. Estamos a la zaga en la promoción del vehículo eléctrico, cuyo impacto si bien es marginal en el presente, todo apunta a que no será así en el futuro (y ahí si es vital aumentar la cuota de renovables para que la procedencia de la energía no sea fósil).

    De hecho aunque pueda parecer nimio lo que comento del impacto del vehículo eléctrico, hay que tener en cuenta que la mayor problemática del transporte es su comportamiento tendencial. Mientras que en el sector de la industria se ha conseguido reducir emisiones, no así en el transporte, existiendo además una relación directamente proporcional entre crecimiento del PIB y demanda de movilidad de la población. Es decir, el transporte preocupa más por el horizonte futuro y la correlación entre aumento de nivel de vida y de emisiones de CO2, y es importante comenzar a planificar nuevos escenarios y medidas para paliar esta grave problemática.

    Si nos ceñimos al transporte de mercancías por carretera, también es un asunto pendiente... ahí está el abandonado corredor del mediterráneo por citar un ejemplo concreto -aunque es otro tema que daría para hablar largo y tendido-. El caso es que transportamos nuestras mercancias por carretera en un porcentaje considerablemente mayor que nuestros vecinos europeos. En 2017 Competencia criticó nuestra cuota modal teniendo además en cuenta el hecho de que contamos con una gran red ferroviaria, aún así, nos situamos en el pueso 24 de los 28 países de la UE en tráfico de mercancías en ferrocarril -vale que ésto no tiene tanto que ver con las renovables como con la eficiencia energética y la distribución modal-

    En fin, que se pueden hacer muchas cosas por reducir la dependencia energética del país, algunas a más corto plazo que otras, y relacionadas o no con las renovables. Lo que el artículo pretendía era señalar la inestabilidad a la que está sometido un país como España, dependiente del exterior, y más en un horizonte de inestabilidad como el actual. ¿Que las renovables están un poco metidas con calzador? ¿que podría hablarse de otras iniciativas antes o más determinantes en cuanto a la relación concreta con el consumo de petróleo? es posible... quizás sea el momento de daros la turra con el transporte de mercancías por carretera 😉

    Un saludo y gracias por la crítica en cualquier caso.

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  4. Si que parece sorprendente ciertas cosas que se han leído aquí, como la poca utilización de las energías llamadas renovables o el porcentaje de mercancías que se mueven por carretera en vez de en ferrocarril en España, pero todo tiene su explicación:
    En 2003 fue juzgado en Francia Loïk Le Floch-Prigent, el que fuera presidente de la petrolera ELF cuando esta ultima se hizo con ERToil, por diversos casos de corrupción. Este Sr. confesó haber entregado unos 55 millones de €uros (al cambio. cuando se hizo la operación, aún usaban Francos) a un "influyente personaje de la vida publica española"... el mismo que según vox pópuli se llevaba un dolar por cada barril de petroleo que se importaba de Arabia Saudí...

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  5. La gente parece opinar sin tener mucha información a cerca del petróleo. La dependencia es máxima y sus fluctuaciones en el precio repercuten notablemente en nuestra economía ya que con el petróleo debido a la legislación española (Ley de HC 34/1998) no olvidemos que viene englobado el gas natural y los glp, algo muy utilizado en España tanto para ACS como para calefacción además de representar la 4 fuente de generación de energía eléctrica, muy por encima de energías renovables muy presentes en España como la solar o la hidráulica (país con más embalses por m2). El problema reside en las clases políticas que se postran a los designios de unas compañías eléctricas que hipotecan nuestro medio ambiente a fin de llenarse los bolsillos.
    Por último me gustaría añadir que el litio y el coltán son minerales que se podrían reciclar como se hace con el hierro ya que no son combustibles y no se consumen (en el caso del coltan), cuando Jordi se refiere a una nueva fuente de energía, la que tiene más futuro sería el hidrógeno, algo presente absolutamente en todo el planeta aunque aún no se cuenta con la tecnología suficiente para que al extraer el H del agua sea eficiente para su uso como combustible.

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