Juanpa
SuperNergizo
Algunos comentarios de técnicos y lo visto al desarmar me han hecho ver que uno de los motivos de ruptura típicos, el cojinete del tambor (en mi tierra le llamamos bombo) se averían en muchas ocasiones por el abuso de jabón y suavizante, que termina dejando depósitos y estropea los retenes de los rodamientos. Una vez entra el agua, empieza la corrosión, los desgastes, las fugas, etc.
Las cantidades recomendadas por los fabricantes de detergente y suavizante son excesivas, y si a eso se le suma el gusto del consumidor para que la ropa huela "a limpio" al sacarla (el olor a limpio no existe, es exceso de jabón/suavizante no enjuagado), pueden hacer que se reduzca la vida de esos componentes.
Discrepo completamente con el abuso en la cantidad de detergente y voy a intentar explicar el porqué.
Antes:
- las lavadoras sumergían completamente la ropa en agua,
- se solía lavar en caliente,
- y todo el mundo usaba detergente en polvo cuyos componentes muy mayoritarios eran "diluyentes" semi-activos como los silicatos y carbonatos sódicos.
- durante el lavado, el agua no suele llegar ni a la parte baja de la escotilla,
- se suele lavar desde t.a. a un máximo de 40ªC,
- con el fin de ahorrar agua, se suele aclarar de forma escasa t dejar mas residuos de tensioactivos aniónicos tanto en el tejido y en la cuba
- y casi todo el mundo usa detergentes líquidos o en forma de gel ("a granel" o en forma de cápsulas o tabletas).
- la mayoría de los fabricantes de los detergentes do-si-fi-ca-bles suelen especificar que el número de dosis se refiere a lavados de ¡4 a 5 kg.! de ropa seca. ¿Cuantos de vosotros tenéis lavadoras de esa capacidad? A mi modo de ver, los fabricantes de detergentes juegan con el hecho de hoy en día la mayoría de las personas se duchan diariamente y tienen empleos tipo oficina, atención al público, ...y la ropa se suele ensuciar mucho menos que en el pasado.