Toyota Auris Hybrid: experiencia de primera mano

Recientemente abordaba con vosotros la posibilidad de adquirir un híbrido. Hoy, después de haber recorrido unos 1.000 kilómetros con mi Toyota Auris Hybrid, os hago una pequeña reseña y doy inicio a una serie de artículos en los que os hablaré de mis impresiones. Me gustaría incidir previamente en que no pretendo hablar del tamaño del maletero o de si os cabe la sillita del niño, dado que es algo que podéis buscar en cientos de webs, sino aportar una experiencia como usuario, es decir, consumos reales, costes de mantenimiento, opiniones a largo plazo, etc. algo que no es tan fácil de encontrar.

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¿Me compro un coche híbrido?

De la mano de una transición energética hacia las renovables, el vehículo eléctrico nos ayudaría a solventar algunos problemas derivados de la movilidad (que no todos, ni mucho menos), pero aún no supone un producto apto para todos los públicos… -ni para todos los bolsillos-. Ahí están factores como el coste, la autonomía o la necesidad de contar con puntos de recarga que aún suponen ciertos escollos.

Sin embargo, la transición entre los motores térmicos y los eléctricos encarnada por los coches híbridos, funciona hoy a pleno rendimiento y puede ser muy buena opción para un público “generalizado”. Lo analizamos para que no quede ningún Fulgencio con dudas.

 

¿Qué diantres es un coche híbrido?

Empecemos por lo básico. A grandes rasgos el vehículo híbrido hace uso de un motor de combustión interna y uno o más motores eléctricos (aunque existen ejemplos que hibridan con otras tecnologías).

Por lo general y como primera premisa: un híbrido eléctrico es más eficiente. Esto es así porque como productos destinados a obtener una mayor eficiencia energética y un menor consumo, hacen uso de la tecnología para obtener un mejor uso de la energía y reutilizar ciertas pérdidas, por ejemplo, mediante la frenada regenerativa.

 

¿Cuál es el “terreno de juego” de un híbrido eléctrico?

Los motores de combustión tienen un consumo más elevado en ciudad. A pesar de grandes mejoras y de su progresivo refinamiento incorporando sistemas como los Start/Stop, esta afirmación sigue siendo válida y un coche en condiciones normales de uso consume mucho menos en carretera.

En definitiva, lo que hace consumir más a tu coche no es la velocidad, sino los cambios de ritmo, dado que al salir desde parados revolucionamos el motor para demandarle potencia.

El empuje eléctrico en ciudad, sin necesidad de equipar un motor de gran potencia y bien sea ayudando al motor de combustión o funcionando de forma autónoma, produce un cuantioso descenso del consumo de combustible. Por ende, una segunda premisa: cuantos más kilómetros realicemos en ciudad, antes amortizaremos nuestra compra –luego hablaremos de precios-.

Esto no quiere decir que si hacemos una travesía Alicante-Albacete con los niños y el perro el fin de semana, el híbrido se nos vaya a desmontar por el camino como una tartana. Simplemente su uso óptimo no es ese escenario, un diésel presenta un mejor comportamiento en este caso.

Lo que sí podemos afirmar es que, si la utilización que vas a dar a tu coche es eminentemente en vías rápidas, un híbrido no es la opción más rentable. Aquí ya entra en juego la valoración subjetiva que cada uno hace de otros aspectos.


 

¿Qué más debo saber?

Como adelantamos, su precio es más elevado que el de un coche de combustión interna con características similares. Además, si bien es más eficiente, tampoco lo es en mucho mayor grado frente a los actuales motores diseñados en general con unos altos estándares de eficiencia, entre otras cosas porque es más pesado (equipa al menos dos motores y baterías).

Este fenómeno conlleva que por lo general sus reacciones suelen ser algo más perezosas, y el hecho de que ambos motores no alcancen su par máximo en el mismo régimen de giro, se traduce en que la suma de la potencia de ambos motores, combustión + eléctrico, no es la potencia real combinada del vehículo.

En síntesis y por citar un ejemplo, un Auris Hybrid equipa un motor 1.8 de 99 CV y uno eléctrico de 82 CV, lo que suma 181 CV… pero la potencia combinada que declara el fabricante, Toyota, es de 136 CV.

Toyota Auris Híbrido
 

Dos motores, dos tecnologías distintas… mi cuñado dice que la factura del taller va a ser de aúpa.

Este tema es algo controvertido, pero lo cierto es que a veces las pasiones de los amantes del motor dan pie a opiniones poco fundadas que no resisten una revisión con datos estadísticos.

Según un estudio que realizó la consultora Audatex, comparando el mantenimiento de vehículos híbridos, diésel y gasolina, el mantenimiento para 120.000 km ó 6 años es hasta un 52% más barato en el híbrido.

Debemos tener en cuenta que los vehículos híbridos prescinden de alternador, motor de arranque y otros elementos (dependiendo también del vehículo híbrido en cuestión). Por otra parte, la frenada regenerativa ayuda a alargar ostensiblemente la vida útil del sistema de frenado.

Sin pretender entrar en una guerra Toyota VS Hyundai de la que a ciencia cierta saldría mal parado, hay híbridos con soluciones mecánicas estadísticamente menos complejas y más fiables (Toyota y su e-CVT), y otros que aunque proporcionan una conducción más dinámica y en ciertos casos más satisfactoria, pueden darnos quebraderos de cabeza en caso de visita al taller (Hyundai y su cambio automático de doble embrague). Personalmente y para matizar no considero uno mejor que el otro, sino que ofrecen soluciones con virtudes y flaquezas distintas. No obstante, no hablamos ahora de una característica exclusiva de los híbridos, sino de los coches automáticos.

El componente más peliagudo en el caso de los híbridos radica en las baterías. Tu comercial de turno te dirá que no hay que sustituirla, sin embargo, el colectivo de los taxistas fue el primero en avisar de que no siempre es así.

Lo cierto es que, con un uso considerable y kilometrajes altos, puede resultar necesario realizar esta sustitución, en cuyo caso el precio varía entre los 1.100-3.000 euros aproximadamente (las de hidruro de níquel de Toyota son más baratas, pero también tienen menor densidad energética que las de litio que usa por ejemplo Hyundai).

Hyundai Ioniq motor

Con todo, en general las baterías pueden durar sin problemas 10 años o más, siendo determinante en este aspecto el clima. Un clima suave trata mejor a la batería que un clima frío, los coches híbridos son más sensibles al frío que los coches de gasolina y diésel y su consumo aumenta de forma proporcionalmente mayor en esta situación.

 

Otros elementos que nos ayudan a amortizar la compra.

Un punto que algunos suelen olvidar y que ya hemos adelantado es el de la caja de cambios, y es que por lo general los híbridos son vehículos automáticos. Habrá quien no valore este aspecto y a quien incluso le suponga un problema, pero lo cierto es que, de cara a comparar precios, deberíamos hacerlo con vehículos de combustión automáticos… o mirado de otra form: si estamos buscando un automático un híbrido ya lo es “de gratis”. Un cambio automático puede variar entre 600 euros los más básicos a 2000 euros en las modernas versiones DSG.

Por otra parte, los vehículos híbridos en nuestro país suelen tener “descuentos” en el impuesto de circulación y beneficios en materia de estacionamiento (algo que deberías consultar para tu municipio en concreto). En ciudades masificadas como Madrid o Barcelona, también podemos beneficiarnos de no estar sometidos a las restricciones de tráfico.

Otra cuestión destacable es la de la capada al diésel. Si esta mecánica es la única que puede competir en consumo con los híbridos y que la supera en ciclo de carretera, en Europa la dinámica es la de desplazar a este tipo de vehículos fuera de las grandes ciudades.

No pocas marcas se están planteando o se han comprometido a dejar de fabricarlos, así que independientemente de nuestras apreciaciones subjetivas no se puede negar una dinámica objetiva general que beneficia a los híbridos y perjudica al diésel: se tiende a fomentar el uso de vehículos más eficientes y menos contaminantes, mientras que se opta por medidas que tratan de limitar el uso del diésel y vehículos más “derrochadores”.

Teniendo en cuenta que un coche se adquiere para un periodo de vida considerable… es de prever que en caso de adquirir un híbrido, te beneficies de medidas adicionales a las que hoy existen en el horizonte futuro.


 

¿Híbrido o Híbrido enchufable?

Un coche híbrido consume un 30-35% menos que un coche similar, pero con un híbrido enchufable podemos reducir el consumo aún más. Un vehículo de esta tipología puede reducir el consumo en un 65-75%, llegando a cifras de 1,5 – 2 l/100km –ahí es nada-.

Para lograrlo la autonomía en eléctrico de estos vehículos puede aumentar desde los escasos kilómetros de un híbrido convencional a más de 50 km.

De igual modo que en los híbridos antes mencionados, los enchufables cuentan con puntos negativos adicionales. El más obvio de ellos es que necesitas un punto de recarga –punto para el Capitán Obvio-, pero también el aumento de capacidad en el banco de baterías conlleva más peso, el espacio útil puede verse reducido (según versiones), etc.

Hyundai Ioniq

Por otra parte, la diferencia de precio entre un vehículo de combustión y un híbrido ronda los 4.000 euros, mientras que en el caso del híbrido enchufable es bastante mayor. Sin contar descuentos, el Ioniq Hybrid con acabado Tecno de Hyundai tiene un precio base de unos 27.000 euros, el Plug-Ing (enchufable) asciende a los 35.000.

 

Ahorro combustible, ¿pero soy más respetuoso con el medioambiente?

Lo hemos conseguido. Ya estás soñando despierto, circulas en silencio por la gran ciudad mientras el resto de conductores tocan la bocina y se desquician despilfarrando combustible. En tu cabeza ellos se rigen por una sociedad caótica y salvaje a lo MadMax, mientras tú vives en comunión con la naturaleza, casi como el teniente John J.Dunbar en Bailando con Lobos –mucho mejor que Avatar, si se me permite, pero ese es otro tema-.

 

El híbrido emite menos contaminantes durante su funcionamiento, es innegable, y ese hecho nos permite contar con una calidad del aire mayor en nuestras ciudades ¿pero es inherentemente más ecológico?

Los talibanes de la combustión sostienen que no, al introducir en la ecuación la fabricación de la batería en los vehículos híbridos y eléctricos. Es lícito, pero para hacerlo sin ningún tipo de sesgo deberíamos introducir no ese, sino todos los factores restantes, la huella de carbono durante el ciclo de vida completo para ambos casos.

En el caso de los vehículos eléctricos puros, si la fuente de la que procede la electricidad no es renovable, su fabricación y su uso puede ser de hecho más perjudicial para el medio ambiente; en caso contrario su huella de carbono puede reducirse a la mitad.

Por lo tanto, en el caso de los vehículos híbridos y eléctricos, es en las primeras fases de la cadena productiva donde se produce un gran coste ambiental, negarlo es absurdo. El que sea más o menos ecológico durante toda su vida útil dependerá de tu casuística concreta, de su uso y en caso de ser enchufable de la procedencia de esa energía eléctrica.

Por cierto, yo me he comprado recientemente un híbrido… aunque aún no está en el garaje. Ya os contaré más.

Plan Movea 2017 ¿Ayuda o pantomima?

El pasado 24 de junio de 2017 entraba en vigor el Plan Movea 2017 de incentivo a la adquisición de vehículos propulsados con energías alternativas, ¿es una ayuda de verdad o una nueva milonga para impulsar las ventas entre los Fulgencios?. Ojo que se acaba el 15 de octubre pero seguramente se agoten antes los fondos como suele ocurrir.

Plan Movea 2 2017

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Hyundai Ioniq: probamos el nuevo híbrido coreano

Llevamos ya un tiempo hablando del nuevo Hyundai Ioniq en el foro, pero por fin la semana pasada hemos tenido la ocasión de probarlo, por ello en este post vamos a contaros las impresiones al volante del nuevo híbrido coreano. Antes de nada queremos agradecer al concesionario Hyupersa de Vigo que nos haya dejado una unidad de pruebas para contar a los Nergizos que tal va este modelo.

Hyundai Ioniq

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